En estos tiempos donde se empieza a vender la idea que Colombia debe ser el país más educado de la región y líder en innovación, es algo paradójico que también se estén incrementando tiempo y espacios en medios, y ni decir redes sociales, para difundir mensajes y perversos adoctrinamientos en áreas pseudocientíficas o metafísicas como la futurología, astrología, numerología, horóscopos, medicina cuántica, energías sanadoras, tarot y otros temas como ovnis, extraterrestres, apariciones, ángeles, brujas, fantasmas, dietas milagrosas, solo por mencionar algunas. Dichas áreas son de gran aceptación en todos los sectores sociales, económicos y lo más lamentable, también entre la población más educada académicamente (si, esa misma del futuro país más educado) y que buena parte de nuestra juventud asimila de manera fácil y como información verídica.
Para corroborar lo anterior, simplemente sintonicen las emisoras en el F.M. después de las 9 de la noche y tendrán en su programación todo un “portafolio de charlatanería” a su disposición y para todos los gustos y creencias, y si agregamos las emisoras cristianas de verdaderos fanáticos en el A.M. el “portafolio charlatán” aumenta aún más y en los canales regionales o locales de televisión es programación de primera línea, de los canales nacionales podemos decir que de ellos se puede esperar de todo.
Para nadie es un secreto que estas áreas de la charlatanería generan mucha curiosidad y si el “maestro”, gurú, líder, sabio (así les dicen, ya hasta estos “maestros” son casi que líderes de opinión nacional) vende bien el discurso, pues el dinero llega por montones para todas las partes involucradas en el “negocio”.
Que una sociedad que evoluciona constantemente, que se cuestiona más, llena de herramientas tecnológicas, extraordinarios sistemas de comunicación y con grandes facilidades para conseguir más y mejor información para contrastar puntos de vista a un solo click de distancia, tenga en estas áreas pseudocientíficas una herramienta de ayuda, de guía y que esta información continúe alimentando nuestros cerebros a diario no deja de ser preocupante.
“Los periodistas científicos piden tolerancia cero con las pseudociencias” y alertan de la amenaza de la proliferación de la pseudociencias en los medios de comunicación, o por lo menos esta fue una de las conclusiones de un estudio realizado en España por Sergi Cortiñas Director del Observatorio de la Comunicación Científica (OCC) y departamento de Comunicación de la Universidad Pompeu Fabra
El estudio define las pseudociencias como:
“…ciertas prácticas que están bien presentes en nuestra sociedad y que abarcan múltiples manifestaciones reconocidas en el trabajo, “sanadores, homeopatía, dietas milagrosas, astrología, ocultismo, adivinos, tarot.”
Además, con respecto al espacio en medios concluye:
“Una presencia en aumento (de las pseudociencias en medios) debida, muy posiblemente, a la falta de políticas editoriales en torno a este tema, a la vez motivada por una carencia de formación científica de los editores y gerentes de los medios de comunicación.”
Para el caso de nuestro país, es importante que la educación juegue un verdadero papel y sea una política de Estado a seguir, donde establecimientos que fomenten el estudio de estas áreas metafísicas o pseudocientificas no tengan ningún tipo de respaldo oficial y mucho menos licencias de funcionamiento, una educación que genere conocimiento y fomente investigacion, todos sabemos que el negocio mediático da la bienvenida a todo lo que genere dinero y pues con esos medios no se puede contar de allí que el Estado debe tener políticas claras y actuar.
Pero ¿Para qué enseñar y aprender ciencia?:
“Su finalidad sería, por un lado, fomentar la capacidad de argumentar formas de actuar basadas en el conocimiento científico; por otro, desarrollar el pensamiento crítico ante la proliferación de pseudociencias (homeopatía, aromaterapia, medicina «cuántica», kinesiología, reiki, etcétera), movimientos anticientíficos (anti vacunas, negacionistas del cambio climático), publicidad engañosa o estafas (como los aparatos caseros de desintoxicación iónica).”
(Tomado textualmente del artículo “La educación científica del siglo XXI” revista Investigación y Ciencia – octubre de 2015 )
Para finalizar, cada quien es libre de creer, leer o seguir aquello que desee, pero es importante como sociedad que este tipo de áreas no sean el camino en masa a seguir y empezar a desligarnos (y una vez por todas) de esta charlatanería que solo fomenta engaño, ignorancia y se aprovechan muchas veces de situaciones particulares de personas para seguir en su creciente auge de poder manipulador.
Nota:
Es contradictorio que trabajos serios en ciencia, investigación o personas que realizan proyectos interesantes para el bien y progreso común NO tengan divulgación en medios o esta es muy escasa o limitada y en ciertas ocasiones hasta es tomada en burla o generando interrogantes provenientes de personas que no tienen el conocimiento apropiado.
Esta entrada me fue publicada por el portal las dos orillas:
http://www.las2orillas.co/los-periodistas-cientificos-piden-tolerancia-cero-las-pseudociencias/
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